jueves, 19 de abril de 2018


El Tribunal Constitucional ha delimitado, en una sentencia conocida hoy, la capacidad de veto del Gobierno a las iniciativas presentadas por la oposición y ha avalado que la Mesa del Congreso pueda rechazar la oposición del Ejecutivo.
Por unanimidad, el pleno del Constitucional ha desestimado el conflicto de atribuciones presentado por el Gobierno a la decisión de la Mesa de tramitar una propuesta socialista para paralizar la tramitación de la Lomce, en contra del criterio del Ejecutivo. Moncloa se acogió a la prerrogativa constitucional que permite al Gobierno paralizar las iniciativas legislativas que suponen un cambio en los presupuestos. Según el artículo 134 de la Constitución "toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación".

Pero, según el TC, esa capacidad de veto "tiene límites" porque mantiene que sólo puede afectar a medidas que afecten "directamente" sobre las cuentas públicas, de forma "real y efectiva" y en el ejercicio actual no en futuros. En ese sentido echa por tierra parte de la argumentación del Ejecutivo. "No constató de qué manera habrían resultado afectados los presupuestos en vigor sino que aportó cantidades globales referidas a un periodo de 6 años".
El Constitucional sostiene que si el Gobierno no cumple con los requisitos exigidos, la Mesa del Congreso puede "rechazar la falta de conformidad del Ejecutivo", que fue lo que sucedió con la Lomce. En el ejercicio de su función de control, señala el TC, "debe constatar que la iniciativa vetada por el Gobierno afecta de forma real y efectiva a los presupuestos".
El Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho un uso muy amplio de su capacidad de veto durante esta legislatura y la pasada, incluso para proyectos de ley que no modificaban realmente el presupuesto, al menos según ha entendido la oposición. Una ley de accesibilidad de edificios públicos que presentó el PSOE, por ejemplo, fue vetada aún cuando incluía la salvaguarda de que no supondría ninguna inversión extra para este ejercicio presupuestario, sí para años sucesivos.
La mayoría del Congreso defendió cuando se aprobó este conflicto de atribuciones que el Poder Ejecutivo estaba abusando de su derecho de veto para limitar la actividad del Poder Legislativo, donde Rajoy está ahora en minoría.
La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Margarita Robles, ha sido la que ha dado la noticia de la sentencia al resto de portavoces en la Junta de Portavocesde la Cámara Baja. Y lo ha hecho justo después de que Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, acabara de lamentar que la Mesa no tiene nada que oponer a los vetos del Gobierno, según fuentes socialistas.
A la salida de la Junta, Robles ha celebrado la sentencia, que ha calificado como "un golpe muy duro" para el Gobierno que "lleva toda la legislatura aplicando vetos sistemáticos" contra todas las proposiciones con las que no está de acuerdo el PP.
A partir de ahora, ha añadido Robles, el PSOE espera que Ciudadanos "no deje de seguir miméticamente los vetos del PP" para que las iniciativas de la oposición se queden bloqueadas.
Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha asegurado que lo que confirma la sentencia es la "capacidad constitucional" del Gobierno para vetar determinadas iniciativas y "no tiene nada que ver con otros vetos". Sólo que en este caso "no se justificó adecuadamente el gasto presupuestario". Hernando ha reclamado al Ejecutivo sea "más sólido" en sus argumentaciones.
La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha celebrado la sentencia del Constitucional porque cree que valida a la oposición para impulsar leyes o debates que hasta ahora han sido rechazados por la Mesa del Congreso acogiéndose a los vetos de Mariano Rajoy. "Ahora ya sabemos que si el Gobierno no quiere que una cosa se debata, la Mesa del Congreso puede tener un criterio contrario y permitir ese debate", ha afirmado en declaraciones tras la Junta de Portavoces del Congreso, informa Álvaro Carvajal.
Es por ello que Montero ha insistido en utilizar esa puerta abierta por el Constitucional para debatir sobre temas como la revalorización de las pensiones al ritmo del IPC "aunque el Gobierno no quiera", ignorando el veto. Así, ha instado directamente a PP y Ciudadanos a que "cesen en ese empeño de paralizar" todo aquello que veta el Ejecutivo alegando que supone un incremento del gasto aprobado en los Presupuestos.